Año 2552, contraseña: 11111

Es mi deber moral advertir que el siguiente párrafo tiene un ligero spoiler de Halo, la serie que se presenta por Paramount+

Andaba muy tranquilo poniéndome al día con la serie de Halo que se emite por Paramount+ y hubo un suceso que llamó mi atención: el artefacto, un elemento que se presume es bastante importante para la poder ganar la guerra entre los humanos y el Covenant estaba custodiado en una sala cuyo acceso estaba protegido por contraseña, la cuál es 11111.

El artefacto es un elemento que puede ayudar a ganar la guerra contra el Covenant, resguardado en una sala cuya contraseña de acceso son sólo 5 caracteres, que además son secuenciales, sin una comprobación biométrica, sin otro factor de autenticación y que fue deducido por una IA en pocos segundos… en el siglo XXVI la humanidad ha podido conquistar otras galaxias, pero no ha podido adquirir conciencia acerca de asegurar adecuadamente sus activos importantes. Tal parece que la UNSC no alcanzó a leer la entrada donde expliqué el porqué es una mala idea una contraseña así y sólo queda pensar que el futuro será catastrófico a nivel de ciberseguridad para la humanidad.

Y yo entiendo muy bien que los guionistas se toman este tipo de libertades creativas, no se van a gastar el presupuesto de la serie contratando un panel de expertos en ciberseguridad para que debatan cómo los humanos deberían asegurar los activos en 500 años, sólo para complacer a un montón de ñoñazos (porque estoy seguro que no fui el único de mi área que lo notó) que ni en sus ratos de ocio dejan de pensar en estas cosas.

Pero a lo que quiero ir, es que este problema de un futuro bastante distante no es ajeno a esta época, así como en 2552, en la actualidad muchas personas no tienen una política robusta de contraseñas. Y algunos dirán “pues es que yo no tengo que custodiar un artefacto militar que permita ganar la guerra, entonces no tengo que preocuparme por una contraseña segura” y aunque puede ser cierto que la mayoría de nosotros no custodia elementos que puedan definir el futuro de la humanidad, sí tenemos una identidad digital que deberíamos tratar como tal.

¿Por qué se insiste tanto una contraseña robusta?

Estamos atados a una vida digital, tenemos múltiples cuentas: redes sociales, bancos, correos electrónicos, aplicaciones, etc, y a nivel laboral también, accesos a paneles de gestión, servicios de VPN, correos corporativos, entre otras. Una contraseña con una complejidad considerable puede evitar que personas no autorizadas accedan a estas y se materialicen riesgos como suplantación de identidad, robo de información, extorsión, fraudes, fuga de información confidencial, entre muchos otros horrores que se pueden ver en internet día a día. Y sí, se que algunos también dirán “pues yo no tengo nada que esconder, pueden entrar a la cuenta que sea”, y creo que esa es de las frases que más me frustran cuando hablo de estos temas con alguien, sin embargo los riesgos están ahí latentes, ignorarlos no hará que desaparezcan.

Cierre

Este tema respecto a las contraseñas y la forma de proteger nuestras cuentas es algo extenso, en próximas entradas seguiré profundizando al respecto, por ahora sólo quería dejar esta pequeña reflexión, aprovechando el momento de ocio viendo la serie.

Recuerden que pueden invitarme a un cafecito.