Historias cortas de la vida real (VI) – Pequeño ejemplo de ingeniería social

Hace unos cuantos meses, una amiga que reside en otro país me escribió para contarme cómo, mientras hablaba conmigo, su novio al parecer estaba siendo estafado telefónicamente.

Parecía que iba a ser un día cualquiera en la vida de mi amiga, a quién llamaré Ana (para proteger su identidad) y su novio, al que llamaremos Carlos (porque no me acuerdo de su verdadero nombre), todo cambió cuando Carlos recibió una llamada donde una mujer (su hermana) llorando le decía que la habían secuestrado, luego, el supuesto captor se puso al teléfono y le hizo una exigencia de dinero, que, incluso, fue negociable, los supuestos captores le dijeron que les consignara lo que tuvieran a la mano. Finalmente, Carlos accedió, les hizo un giro por la no despreciable de 1500 dólares, los supuestos captores incluso le dijeron que de ese valor descontara el cargo por el giro (muy queridos ellos) y poco más queda por contar, mientras se hizo toda la transacción, consignación e incluso retiro del dinero, tuvieron a Carlos en la línea ocupado y aunque Ana intentó explicarle de diferentes formas que posiblemente lo estaban estafando, él hizo caso omiso de las advertencias. Unas horas después se confirmó que por fortuna, su hermana nunca estuvo en peligro.

Esta historia nada tiene que ver con computadores, pero que me permite ampliar un poco acerca de lo que hablaba en la entrada anterior sobre la ingeniería social, el concepto es el mismo, desviar el comportamiento de una persona para que tome alguna decisión, en este caso, una bastante errática. Vemos cómo logran crear una situación que genera confusión, porque todos podríamos llegar a preocuparnos al tener un familiar en peligro, y no sólo esto, también se puede apreciar la forma en la que ejercen distracción y control para evitar que la persona implicada no se de cuenta, mantener la mente ocupada evita que pida ayuda a alguien más o que escuche las palabras de Ana. Al final, cuando la transacción se completa y ellos hacen el retiro (notemos también que están muy bien coordinados), simplemente cuelgan y desaparecen sin dejar rastro alguno.

Tristemente esta historia no acaba con un final feliz, pero, de las adversidades de uno, otros pueden sacar provecho como por ejemplo yo al escribir esta entrada.

Este tipo de estafas son bastante comunes y hemos escuchado de ellas muy a menudo, pero allá afuera, aún hay gente susceptible de caer, por eso (y con el debido permiso), me atrevo a escribir sobre esto, confiando en que a alguien, en algún momento le sea útil, ya saben que se pueden invitar a un cafecito en el link de abajo. ¡Hasta la próxima!

Hackeando sin computadores

Introducción

Esta entrada pudo ser un vídeo, de esos que podría subir al canal de Youtube que dije que iba a crear cuando llegaron los dos años del blog, pero, como podrán suponer no he avanzado mucho con ese proyecto y al igual que el amor, la inspiración para escribir llega cuando uno menos se lo espera, así que acá estamos, frente al computador, en una tarde soleada en mi ciudad, mientras disfruto de unos días de vacaciones. Y muchos coincidirán que estando en vacaciones no debería estar acá, sino aprovechando esos días de sol o dedicado a cualquier otra actividad que no implique hablar de trabajo, pero al igual que el amor, la pasión puede más que cualquier otra cosa.

Sin embargo, la idea de escribir esto, surge justamente de estar una noche tumbado en una cama, viendo la ladrona de identidades, la clásica película de humor gringo, que para sorpresa mía, me hizo reír.

Spolier Sinopsis

Por ser una película de 2013, creo que ya no cuenta como spolier, sin embargo intentaré no entrar en muchos detalles. La vida de Sandy Patterson se ve perjudicada por alguien que suplanta su identidad, le causa un gran daño financiero y judicial. Tal vez algunos pensarán que esto lo puede lograr una mente maestra capaz de infiltrarse en todos los sistemas informáticos del mundo, un genio de la informática con una inteligencia superior a la media o una especie de ser que duerme pocas horas al día y está rodeado de pantallas de computador y artifundios electrónicos.

Pues bien, nada más alejado de la realidad, la artífice de la situación que le da título a esta desopilante aventura es Diana, una mujer bastante torpe en muchos aspectos, pero que, a través de ingeniería social se logra hacer con la identidad de Sandy Patterson y desencadena una desternillante aventura.

Lo que nos compete: La ingeniería social

Según el sitio https://www.social-engineer.org/ (para mí, uno de los mayores investigadores sobre la ingeniería social en el mundo) la ingeniería social es “cualquier acto que actúe sobre una persona para que tome una decisión que pueda o no beneficiar a este”[1] es decir, a través de la ingeniería social, se puede influir en el comportamiento de una o varias personas, para que actúen de determinada forma. Volviendo al ejemplo de la película, Diana logró hacerse con la identidad de Sandy a través de una llamada telefónica, fingiendo que era una agente crediticia, ofreciéndole un seguro ya que se habían intentado realizar un fraude (ironías de la vida), solicitó unos datos, los cuales Sandy entregó con confianza y con ello clonó una tarjeta de crédito y su identidad. No necesitó mucho más (excepto por los aparatos con los que imprimió la tarjeta). Casos como estos podemos ver a diario, un ejemplo de ello son esas llamadas fraudulentas fingiendo que un familiar está en algún tipo de problemas, que la clave de nuestro banco fue bloqueada, hacer clic en algún enlace, descargar un programa o que incluso uno se ha ganado un premio de algún tipo. Cualquiera de estas acciones, sin importar su consecuencia (robo de identidad, estafa, robo de dinero, acceso no permitido a un computador o red) es considerado ingeniería social y es altamente utilizado por los delincuentes para llevar a cabo su cometido.

La escena en cuestión

¿Estamos a la deriva en esto?

Por tratarse de un ataque que está meramente dirigido hacia una persona, no hay software, antivirus o dispositivo que pueda solucionar esto, sin embargo la mejor defensa para estos casos es desconfiar, la ingeniería social se basa en crear un entorno confiable a la víctima, solicitar su cooperación en algo o directamente intimidar de alguna forma, por eso es importante detenerse durante unos segundos para pensar con cabeza fría la situación y analizar muy bien el entorno.

En el link de abajo pueden invitarme a un café, a ver si así logro avanzar con el canal de Youtube, un abrazo.

Referencias

[1] What is Social Engineering? (2014, enero 21). Security Through Education. https://www.social-engineer.org/about/